"Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído."

Lógicamente nadie nace aprendido, es decir, nadie puede conocer lo que es hacer 'el bien' si nadie les ha enseñado nunca las normas que esto conlleva. Cada uno tiene su propia forma de pensar y de actuar, que en la mayoría de los casos va cambiando con los años. Al llegar a una cierta edad empezamos a comprender mejor las ventajas y desventajas que tiene la vida, empezamos a madurar. Unos lo hacen antes de tiempo tras haber vivido ciertas circunstancias como la muerte de un ser querido, el cambio de país o simplemente, empiezan a comprender lo que están viviendo otras personas de su entorno y comienzan a sentirse interesados por la vida, se dan cuenta de que para sanar una herida hay que dejar de tocarla, o lo que es lo mismo, para ser feliz hay que dejar atrás las dificultades vividas hasta el momento y empezar de cero, nadie puede ir hacia atrás y empezar de nuevo, pero todos pueden empezar hoy y hacer un nuevo final. Otros se dan por vencidos cuando les pasa algo grave, se limitan a pensar que la vida no tiene sentido y se desahogan de la forma equivocada, no maduran. Muchas veces lo que nos hace reflexionar son textos, frases o palabras que hemos leído y que se identifican con nuestra vida, con nuestros pensamientos. Descubrimos que no estamos solos en el mundo, que hay personas que se identifican con nosotros, leemos cosas que anteriormente desconocíamos y nos gusta esa forma de pensar, por lo tanto se convertirá, de esta manera, en nuestra forma de pensar.


"Uno no es lo que es por lo que escribe, si no por lo que ha leído." - Jorge Luis Borges (escritor argentino)

"No hay malas hierbas ni hombres malos, si no malos cultivadores." - Victor Hugo (novelista francés)