Es preferible hablar con la boca llena que con la cabeza vacía.

Parece que las personas estamos diseñadas para hacer daño. Vas a hacer daño, van a hacerte daño. Van a hablar de ti, te van a criticar por lo que eres o por lo que no eres. Tuviste el privilegio de haber nacido aún teniendo que aguantar una consecuencia, la sociedad. Tus amigos, desconocidos, tu familia, todos van a hablar de ti, van a decir verdades, van a decir mentiras, van a criticarte, siempre van a hablar, como loros, como animales. Hasta las personas más cercanas a ti te van a defraudar y vas a dudar de si los conoces, o de si algún día llegaron a conocerte a ti después de tanto tiempo. Cuando oyen rumores o ven algo que les desconcierta te vuelves el malo de la película para ellos y te tratan como si lo fueras, cada mínimo detalle lo asocian con los rumores. Lo mejor es callarse y dejarles hablar, que digan lo que quieran, que no te afecten sus palabras, igual te enteras de cosas sobre ti, que ni siquiera tú sabías que habías echo. Que se inventen tu vida, tú sabes quien eres, tú te conoces, los demás solo te imaginan.